La gestión del talento humano es fundamental para aumentar la competitividad de las organizaciones. Existe una relación directa entre los procesos de recursos humanos (duros y blandos) y la generación de valor empresarial.

Los procesos duros incluyen el reclutamiento, selección, capacitación, administración del desempeño, desarrollo de carrera y remuneración. Los aspectos comportamentales de estos procesos, aplicados al contexto presencial, virtual e híbrido, son abarcados por los procesos blandos. Para asegurar su óptimo desempeño, es conveniente desarrollar competencias como el trabajo en equipo y la comunicación asertiva.

Dificultades para evaluar el talento humano

Una inquietud común es determinar los criterios de evaluación para la gestión de talento humano. Si bien al realizar esta medición se presentan algunas dificultades, existen mayores inconvenientes para determinar el impacto de una eficaz gestión del talento humano.

Errores habituales en la gestión del talento

• Exceso de subjetividad al evaluar: Siempre existirá cierto nivel de subjetividad en las evaluaciones de desempeño, pero es importante considerar que la opinión del evaluador es parte clave del proceso.
• Posponer y/o cancelar las revisiones: Retrasarlas o posponerlas da una mala impresión al empleado y refleja falta de formalidad de parte de la empresa.
• Enfocarse en el desempeño más reciente del evaluado: No considerar la totalidad del período puede llevar a evaluaciones injustas.

Otros errores comunes en Recursos Humanos

• Dar crítica destructiva: La crítica constructiva es esencial en la retroalimentación de desempeño.
• No dar seguimiento adecuado: Una evaluación de desempeño debe culminar con un plan de acción para el colaborador.
• Falta de preparación: Tanto el jefe como el subordinado deben acudir preparados a la evaluación de desempeño.
• Hablar sin escuchar: Durante la entrevista de evaluación, es importante escuchar activamente al evaluado.

Tomando en cuenta estos errores, podemos generar un modelo de evaluación que nos permita medir el impacto de una forma más específica en el desempeño organizacional, como la medición del nivel de la calidad de servicio y el grado de satisfacción del cliente. De esta forma, la mejora del rendimiento de los trabajadores obtenida gracias a la eficaz gestión del departamento de Recursos Humanos se reflejará en un mejor desempeño organizacional.